Producciones


Escritos de mujeres privadas de su libertad
en la Unidad 3 de la cárcel de Ezeiza

Hola!

Si tuviéramos que contar las cosas que suelen pasar, tantas situaciones contaríamos...
Como por ejemplo la muerte de muchas compañeras y los sufrimientos que tienen diferentes escenarios. Este es un testimonio colectivo sobre el trato que  hay en este penal

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Primera estación: “Centro Médico” //  SALUD Y SALUD MENTAL

Sobre  Centro  Médico podemos decir que no tiene buena atención para nosotras, porque no tienen medicamentos ni profesionales específicos. Te inyectan cualquier cosa para mantenerte callada y como consecuencia, las internas por ejemplo están con picos de presión que llegan a 18 o 19 aproximadamente, o con reacciones alérgicas a diferentes medicamentos (aunque en la ficha médica hayan puesto que son alérgicas).

Psiquiatría: si las internas ingresan al penal con medicación clínica, el SPF vía psiquiatría se los sustituye por lo que a ellos más les conviene para mantenernos dopadas con dosis altas. Si las chicas se niegan a tomar esta nueva medicación les levantan un acta,  y si no la firmamos, a la fuerza toman nuestras huellas digitales.
Este es el tratamiento psiquiátrico, haciendo a las internas cada día más adictas a los psicofármacos.

En caso de quemaduras de agua hirviendo,  por hornallas, salsas o accidentes en la cocina., el tratamiento es muy deficiente porque no le proporcionan a las internas la atención y medicación adecuada y muchas veces el SPF nos indica echarnos pasta dental en las quemaduras.

En general en cuanto a la salud, hay mucha carencia de atención, ya que no se nos atiende cómo debería ser.

A mí por ejemplo para que me sacaran una ecografía estuve esperando por casi 3 meses, pidiendo audiencia día a día, porque sólo así te atienden. Falta mucha atención médica, tanto los especialistas como la medicina adecuada para cada enfermedad.

Les cuento que hace más de un mes me caí haciendo la fajina del Pabellón. Me pegué fuertemente en la rodilla, donde tengo todavía un fuerte dolor y un hematoma que todavía no se me fue. Pedí asistencia, pero me dijeron que lo único que me dan es ibuprofeno. Pedí todos los días para ir al Centro Médico para que me vea un especialista, pero no pasó nada. Lo peor es que es justo en la pierna y la rodilla que me pegué tiene líquido, lo que hace que tengo un dolor insoportable. Reclamo Jefa de Guardia de Recorrida, hago todo lo que puedo, pero nada, sólo me dan ibuprofeno.

Quizás suene fuerte lo que escribo, pero últimamente lo caótico también proviene de la adicción a los ansiolíticos, y como resultado nuestras compañeras terminan en los pozos depresivos.
Ahora muchas veces me pregunto, ¿estas cosas no las observa una jefa, en la requisa, los jefes de módulo, de área? ¿Dónde están ellos cuando reclamamos su presencia?

Pareciera que hubiera interés en que ingrese cada vez más droga al penal, lo cual tiene graves consecuencias. Las chicas presas están cada vez más adictas y necesitan constantemente de la droga, lo que las lleva a la autodestrucción. A eso se suma el Centro Médico, que lo potencia dando pastillas inyectables para acallar las voces y reclamos.
Todo esto lleva a fuertes depresiones de las chicas cuando no están bajo influencia de la droga, provocando intentos de suicidio y peleas.

Es imposible que las autoridades no estén al tanto del manejo y consumo de droga dentro del establecimiento penitenciario, y por ende es grave que no hagan nada, porque es notorio que están mirando hacia otro lado.
Un claro ejemplo es el pabellón del Servicio Psiquiátrico, donde ingresan chicas primarias (de ingreso a la cárcel) que las drogan constantemente, hasta el punto de la inconsciencia. No es un lugar de atención psiquiátrica real, sino un lugar de ejercicio de experimento médico libre sobre chicas indefensas.

Yo me pregunto, ¿quién controla todo esto?

Va para todos: ni a los animales tratan de la manera que nos tratan a nosotras. Quiero agregar que las psicólogas nunca atienden cuando necesitamos con el alma poder hablar con alguien, y al no saber a quién recurrir, pedimos psicología y nunca nada. Avisamos que nos sentimos para el orto (perdonen la palabra), que necesitamos contención alguna, y nada...
Es por eso a veces una persona toma la decisión de autoagredirse, es la misma impotencia que te da al darte cuenta que estando entre estos cuatro paredes, sos un ser insignificante. Ellos (SPF) se olvidan de que somos seres humanos, y es eso lo que a mí personalmente me da mucha bronca, porque al saber todas las cosas que nos pasan, ellos tienen que darse cuenta de que somos personas que sentimos igual que ellos.

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Segunda estación: Cocina Central  //  SALUD Y ALIMENTACIÓN


Con respecto a la comida, nos dan comida que carece de vitaminas, quiero decir que la alimentación que se nos está dando no es buena.

En una ocasión estuve cinco días sin comer, sólo bebía agua de arroz hervido, ya que no podía  tragar ni agua, pedía por audiencia con un médico clínico, pero no tenía respuesta. No me atendía el médico, y entonces yo tomaba té de boldo y así de a poco fui volviendo a comer, a los dos meses me atendió el médico y con una tela vieja me ató el estómago con algo de sal. 
Me curé porque pedí a dios que me cure y cómo no tenía visitas ni nada, es así cómo nos curábamos.

Cuando el médico me atendió finalmente me dijo que me iba a hacer una orden de endoscopia, pero jamás me vinieron a buscar para eso. Un tiempo después comencé a sentirme mareada y sin fuerzas, y de eso deduje que podía tener anemia, porque todo el tiempo me sentía mal.

Casi seis meses no podía trabajar, así que comía la comida del penal y esta comida no tiene los nutrientes que una persona necesita en su cuerpo y muchas veces viene muy deteriorada, hecha de ingredientes podridos. La leche sólo se la dan a las embarazadas y a las de HIV, y sólo Dios sabrá qué clase de leche es, porque acá la leche no es blanca, es de un color marrón y de un sabor raro, como si estuviera vencida.

Bueno, así pasó el tiempo y después de unos meses más, me atiende un médico y ahí le digo que a lo mejor tenía anemia. Entonces me prometió que me iba a hacer un análisis de sangre, pero jamás me lo hicieron.

Cuando reclamamos que la comida muchas veces es incomible, nos dicen que para eso trabajamos, para comprarnos comida que esté bien. Así es que las que trabajamos podemos comer más saludable, pero hay otras muchas compañeras que están como yo estuve en algún momento, sin poder trabajar. Entonces están con el estómago descompuesto y sin nutrientes en el cuerpo. Me imagino que si no tienen familias que les traigan cosas, dentro de poco tiempo estarán sufriendo de anemia y otras enfermedades.

Últimamente me pregunto quién controla la llegada, distribución y paradero de los alimentos, y cómo es que permitimos constantemente el robo de nuestra comida por el SPF, porque esta es la palabra: robo. El SPF hace con nosotras lo que quiere porque ellos tienen el poder. ¿Por qué no nos organizamos y pedimos el desayuno (leche, té, azúcar) y lo suministramos nosotras según cada pabellón y por presa?

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Tercer estación: burocracia // PEDIDOS JUDICIALES Y DERECHOS

Cuando acercamos un escrito, sea un hábeas corpus para el juzgado de Lomas de Zamora o a los juzgados bajo los que estamos a cargo, los escritos muchas veces no salen de aquí, ni tampoco somos notificadas de los oficios y órdenes que nos mandan los juzgados.
Ejemplos: cuando entregué un hábeas corpus para el juzgado de Lomas de Zamora y nunca me llamaron. Otra vez una compañera que salía de transitoria con un familiar de tutor, había tenido el beneficio de salir bajo palabra, pero no lo pudo hacer porque nunca se enteró de esta notificación de su juzgado. Entonces su familia seguía viniéndola a buscar y llevándola cada vez al penal.

Llevo tres meses en este lugar y como toda extranjera es difícil poder trabajar, ya que no contamos con documentos, o sea el cuil. Y no sólo es eso, aquí el alta médica demora demasiado, pues hace un mes me dijeron que ya tenía el alta pero a la oficina de trabajo no llega, aunque preguntes al médico si lo mandó. Dice que cuántas veces más me va a dar el alta. No sé qué pasa o a dónde pedir para trabajar. No soy la única, hay muchas al igual, pedimos que se aceleren en la documentación.
Necesito trabajar para así poder mantenerme en este lugar y ayudar a mis hijos menores que se encuentran lejos y sin que nadie les dé sustento.

Debería haber más talleres y que fueran de conocimiento de todas las presas, para mantener la población ocupada en otra cosa, sobre todo para ellas mismas para que el día de mañana cuando salgan en libertad, se vayan con otra manera de pensar para no volver a hacer lo mismo, ya que tendrían un oficio en que trabajar y mantenerse y mantener a sus seres queridos.

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Cuarta estación: Soledad y Desolación //  TRASFONDO

Llegué a este país en busca de un refugio, y con la ilusión de traer a mi familia. Soy desterrada de mi propia tierra por diferentes conflictos que ocurren en mi país, una tierra hermosa con lugares espectaculares. A veces pienso que si pudiera escoger cualquier país, me quedaría en el mío... Bueno, si pudiera.
Como yo hay miles de personas en el mundo entero, huyendo de los conflictos en sus países. Digo esto para empezar porque debido a este conflicto me encuentro en este lugar. Ha sido muy difícil para mí y he pasado por diferentes situaciones difíciles en el transcurso de mi vida, pero jamás había sufrido tanta soledad y situaciones como las que he pasado aquí adentro, y la impotencia es lo que más ha tocado mi espíritu quemero y luchador. Así como hay cosas tan malas en este lugar, también he conocido el lado bueno de la moneda y han sido diferentes personas que me han enseñado que aun en los peores momentos de la vida podemos aprender y enriquecer nuestro paso por la vida, si no estamos solos.

Hace cuatro meses que estoy en este lugar y me doy cuenta de que la vida es una sola. Hoy en día, ¡cuántas cosas valoro tanto como mi familia y mis hijos!
Abro mis ojos todas las mañanas y me cuesta mucho darme cuenta que estoy entre rejas, lejos de toda mi familia, ¡cuánto dolor siento y tristeza!
En fin, sólo puedo esperar y tener fe que pronto mi situación se revertirá y que pase el tiempo.
Sólo le doy gracias a Dios que trabajo, así de esa manera el tiempo pasa más rápido.





Estas producciones son del encuentro en el que trabajamos la crónica como escrito periodístico.
La consigna fue armar una crónica a partir del cuento de Caperucita Roja desde distintos puntos de vista: el del lobo, el de Caperucita y el del Guardabosques.



EL LOBO MARCHÓ BOLOO!!!

               Una niña llamada Caperucita Roja iba en camino a visitar a su abuelita, cuando en el bosque de Ezeiza se encontró a un malvado, feroz y hambriento lobo.
               Era el atardecer, aproximadamente las 18:30hs, cuando fue devorada por el mismo lobo que ya se había comido a su abuela.
               Al anochecer, el guardabosque que vio salir al lobo le disparó en la cabeza, le abrió la panza con un objeto cortante y de esa manera logró salvar a Caperucita y a su abuelita.
               Después de este horrible episodio la niña volvió a ser feliz junto a su amada y querida abuela.


GUARDABOSQUE EJEMPLAR

               Un valiente guardabosque mató ayer a un lobo en los bosques de Palermo después de que el feroz animal se había comido a Caperucita Roja y su abuela.
               Al ver lo sucedido el valiente hombre se enfureció mucho y tomando su arma disparó contra el animal.
               El guardabosques será mañana condecorado en el municipio de Palermo por su brillante hazaña y servicio a la comunidad.


POR HAMBRE UN LOBO SE DISFRAZÓ DE ANCIANA

               Lobo del bosque ocupó el lugar de una abuela de 80 años que se hallaba postrada en la cama desde hacía dos meses, luego la atacó para devorarla ferozmente.
               El hecho ocurrió en horas de la tarde mientras la abuela Rosa Plácida esperaba la visita de su nieta Caperucita.  Sorpresivamente no fue ella quien llegó si no el lobo feroz quien entró por la ventana.
               Éste luego de tragar a la anciana se visitó con su ropa, con gafas, cofia y camisón de abuela y ocupó su cama para poder también comer a la niña.